Tema 3 - reflexión

En el tema 3 de la materia, titulado Os niveis de referencia de aprendizaxe de linguas e o desenvolvemento de competencias, me parecieron especialmente interesantes los términos multilingüismo y plurilingüismo, de los que me gustaría hablar más en profundidad en esta entrada. Como hemos visto, el multilingüismo hace referencia al conocimiento de varias lenguas por parte de una sociedad o individuo, mientras que el plurilingüismo se refiere al uso activo y al continuo desarrollo de dichas lenguas que se conocen. Sin necesidad de irnos al aula de lenguas extranjeras, tenemos un claro ejemplo del multilingüismo y el plurilingüismo aquí en Galicia, en lo referente al conocimiento y uso del gallego y del castellano.
 
Una persona que nace y recibe educación en Galicia se puede considerar ya multilingüe, porque conoce ambas lenguas, aunque sea a diferentes niveles. Sin embargo, para que esa misma persona sea plurilingüe, debe usar ambos idiomas de manera activa y seguir formándose en los mismos. Aunque esto último es algo que se debe hacer mirando más hacia la finalización de la etapa secundaria, la formación en ambos idiomas puede seguir consiguiéndose mediante la lectura, por ejemplo. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de «yo el gallego lo entiendo, pero no lo hablo…»? Este es un claro ejemplo de como muchos gallegos no empleamos al mismo nivel las dos lenguas. Aunque es evidente que siempre se va a utilizar más una lengua que otra, hablar las dos de manera activa nos ayudará a no perder nuestro plurilingüismo. Para esto, también es importante saber usar ambas en distintos contextos. En Galicia es muy habitual que la población más joven solamente hable gallego con su familia o con sus abuelos, lo que ocasiona que carezcan de un buen nivel de gallego en otros contextos más formales, como por ejemplo, el ámbito académico o profesional. Esto está ligado también al concepto de conocimiento limitado de una lengua extranjera, la cual solo se domina para determinadas tareas (como coger recados en una llamada de teléfono, por ejemplo). En este caso, el gallego también se vería limitado al ámbito familiar y careceríamos del resto de competencias necesarias en esa lengua para considerarnos bilingües. Del mismo modo que pongo este ejemplo podría poner exactamente el ejemplo opuesto. Mis abuelos, por ejemplo, no son capaces de hablar en castellano (aunque lo intentan), pero sí lo entienden perfectamente. Al no haber tenido la necesidad de hablar castellano nunca, no han desarrollado esa lengua.

 
Ligado a estos dos conceptos de plurilingüismo y multilingüismo, encontramos el pluriculturalismo. Las lenguas no existirían si no estuvieran arraigadas a la cultura de donde han nacido. Sin embargo, en las aulas de lenguas extranjeras, o al menos desde mi experiencia personal, no se hace tanto hincapié como se debería en la cultura donde estas lenguas se hablan. Por una parte, es cierto que resulta difícil acercarse a la cultura de un idioma que se habla en tantos lugares y de manera tan diferente en cada uno de ellos. Sin embargo, en mi etapa secundaria, por lo menos, el inglés que se enseñaba como estándar era el británico, y aún así no teníamos más referentes culturales sobre Gran Bretaña que los autobuses rojos y los English breakfasts, por lo que no creo que pudieran utilizar esto como excusa. Por otro lado, resulta  muy     difícil
llegar a conocer una lengua si no se conoce su cultura, esto haría que nuestra competencia plurilingüe y pluricultural no fuera la misma. Si bien es cierto que nunca conoces una cultura hasta que la vives, en el aula se podría dar una aproximación a estas culturas para poder entender mejor el idioma: por qué hablan así, por qué utilizan determinadas palabras y estructuras, cómo piensan… Esto último es algo especialmente interesante, ya que, en mi opinión, pensamos diferente en diferentes lenguas. A mi me pasa no solo cuando hablo inglés, sino cuando hablo gallego y castellano. Parece que mi personalidad y manera de comportarme cambian un poco dependiendo de qué lengua hable. Esto está arraigado a esta pluriculturalidad que, de carecerla, no acontecería. 
 
Para finalizar, me gustaría mencionar algo que me sorprende de manera muy positiva con respecto de las nuevas competencias en el aula de lengua extranjera, que es el concepto de «hablar como un nativo». ¿Qué es hablar como un nativo? Desde que comenzamos a estudiar una lengua extranjera, nuestro objetivo es poder llegar a hablar como un nativo de esa lengua (en lo referente a pronunciación), pero… ¿nativo de dónde? El inglés es la lengua vehicular a nivel mundial, que se habla en todos los países del mundo, ¿debemos entonces todos hablar como los británicos o como los norteamericanos? Hoy en día y, afortunadamente, como forma de respeto hacia el inglés global, el hecho de hablar con un perfecto acento de alguno de estos lugares ya no se considera parte de las competencias. Lo importante es hablar correctamente, podemos tener una competencia profesional completa en una lengua sin llegar a tener un perfecto acento de Cambridge.
 

Comentarios

  1. Ola, Ana!
    En primeiro lugar, dicirche que me parece moi interesante a túa reflexión. En especial, a relacionada co feito de que a maioría da xente non utiliza o castelán e o galego ao mesmo nivel, relegando en moitas ocasións o segundo ao ámbito máis familiar. O certo é que en situacións así cabe preguntarse se realmente se pode falar de plurilingüismo, xa que hai certos ámbitos do día a día para os cales parece que temos xa asignado un idioma por defecto para desempeñalos. O ideal, como ben dis, é manter esa actividade em ambas linguas a través de, por exemplo, a lectura, para poder ampliar os seus contextos de uso. As linguas son, ó fin, parte da nosa identidade, e non debemos relegalas a unha pequena parte da nosa vida.

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